El desafío consiste en la dispersión de datos en diversos sistemas internos del MDS, lo cual dificulta el acceso a la información de manera efectiva. La dispersión de datos afecta a diversos actores, como la ciudadanía en general, incluyendo académicos, estudiantes, periodistas, investigadores, funcionarios públicos internos y externos al MDS, así como gerentes de políticas públicas. Estos actores necesitan acceder a la información sobre programas sociales, en especial aquellos relacionados con el ámbito académico.
La falta de documentación por parte de los especialistas encargados del desarrollo del sistema ha resultado en la existencia de diferentes lenguajes y bases de datos en los sistemas. La dispersión de datos se convierte en un factor crítico que obstaculiza la eficiencia de los funcionarios al tomar decisiones sobre la gestión de los programas sociales. Los funcionarios usuarios de los sistemas se ven restringidos para incorporar nuevos datos debido a las limitaciones existentes en la modificación de los parámetros de los sistemas
