En el 2021, el principal tipo de actividad de la investigación y desarrollo experimental (I+D) realizado por las instituciones del país fue la investigación aplicada, con el 79%; es decir, llevaron a cabo investigaciones para adquirir nuevos conocimientos con un objetivo práctico específico.
El desarrollo experimental fue el segundo tipo de actividad de I+D, con el 14%; trabajos fundamentados en conocimientos existentes dirigidos a producir nuevos productos o procesos, o a mejorar productos o procesos ya conocidos.
Finalmente, el 7% de las instituciones realizó investigación básica, consistente en trabajos experimentales o teóricos, para obtener nuevos conocimientos acerca de fenómenos y hechos observables, sin intención de aplicación o utilización determinada.